lunes, 3 de agosto de 2015
La esperanza de un reencuentro (capítulo 7)
Capítulo 7
Alexander.
Es difícil dar una definición de la lealtad, pero quizás nos acercaremos a ella si la llamamos el sentimiento que nos guía en presencia de una obligación no definida.
-Gilbert keith Chesterton-
Al día siguiente Ethan despertó en la misma cama de hospital, una pequeña radio encendida rompía el silencio en la habitación; ya se sentía mejor, aunque no dejaba de pensar en el sueño que había tenido, claro que para él solo había sido un mal sueño, de pronto entra el doctor con una libreta en la mano derecha mientras la izquierda la tenía dentro de la bolsa de la bata
-Oh, ya despertaste ¿cómo te sientes.
-Bien, ya me siento mejor
-me alegra escuchar eso, te haremos los ultimos examenes y podrás irte
-está bien
Y así fue, luego de dos horas Ethan ya estaba fuera del hospital, esperando el transporte que lo llevaria al cuartel.
Pasó el tiempo y la guerra iba disminuyendo, pero desde aquella ves Ethan seguía teniendo aquel sueño, lo atormentaba cada noche, pero eso no afectaba en su desempeño en batalla, tenía ciertas heridas de guerra, pero, pero no era nada en comparación con las personas que había visto morir a su lado.
Una ocasión Ethan había encontrado un perro era un pastorm Alemán algo irónico porque peleaban contra alemanes, estaba hambriento y le dió de comer, se hicieron amigos muy rápido y lo nombró Alexander, Ethan lo quería mucho, ya que luego de tantas muertes Alexander era su único amigo, pero una guerra es una guerra y no todo va bien siempre.
un día en batalla Alexander recibió un balazo en el costado, al ver esto Ethan corrió hacia donde estaba Alexander aún con vida, lo tomó en sus brazos y lágrimas empezaron a salir de sus ojos, el perro lo vió con una mirada que a Ethan le partia el alma, entonces levantó su cabeza hacia Ethan con la última fuerza que le quedaba, y le dió una amable lamida, justamente por donde iban bajando sus lágrimas como diciendo: -Amigo, no temas, mi labor aquí ya ha terminado sólo cuidate mucho, tienes una vida muy larga por delante, no llores, tuve el honor de conocerte, me cuidaste, me protegiste, me alimentaste y te estoy eternamente agradecido.
Alexander veía a Ethan, agitó su cola una última vez y luego murió, Ethan tomó al perro y se lo llevó a un campo lleno de flores y pasto, llevó una pala, puso el cuerpo del perro en el suelo y comenzó a cabar, pasaron 30 minutos y Ethan seguía cabando, hasta que por fin se detuvo, tomó el cuerpo del perroy con cuidado lo puso dentro, antes de enterrarlo dirigió unas palabras con lágrimas en los ojos -Querido Alexander, amigo fiel sin condiciones, fuiste una gran mascota, cuando estaba solo tu me acompañaste, y estuviste ahí a mi lado, talvez no con una ametralladora dandome refuerzo, pero me dabas una razón para no rendirme, tenía a alguien a quién protejer, pero ahora te has ido, no puedo perdonarmelo, siempre fuiste mi amigo fiel, quiero decirte que nunca te voy a olvidar, que te quiero, y tu perdida me duele, pero tú ahora ya estás en un mejor lugar.- dicho esto empezó a echar tierra sobre Alexander, cortó algunas flores y las puso sobre la tumba, también improvisó una cruz y la puso sobre al tumba.
Esta es una de las tantas histórias que podría relatar sobre Ethan, la perdida de Alexander fue algo muy duro para él, pero sabía que nada dura para siempre y eso lo sabía muy bien.
La esperanza de un reencuentro...
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