Capítulo 2
De pronto aparecieron en
un comedor, estaban sentados a una de las mesas -¿Dónde estamos ahora?-
preguntó Edward mientras veía hacia todos lados –Estamos en tu pasado.- dijo
Angélica mientras tomaba el menú que estaba en la mesa y lo leía –Valla.- habló
Edward –hasta que respondes algo que te pregunto- Continuó diciendo –sí, ya es
hora de que sepas porque te he traído.- dijo Angélica mientras llamaba al
mesero; Este llegó – ¿En qué puedo ayudarla señorita?- preguntó amablemente
–¿Puede traerme un café para mí y uno para él por favor?- -Claro, en seguida se
lo traigo.- anotó la orden y se fue -¿En qué estábamos?- preguntó Angélica
mientras miraba seriamente a Edward.
–Ah, me ibas a decir para qué me has traído.- Respondió Edward a
Angélica –Si, ya lo recordé, bien, yo no me he presentado del todo contigo, no
me conoces, así que empecemos de nuevo: Son Angélica al igual que tú yo tengo….
¿cómo decirlo? Poderes sobrenaturales, hay muchas personas en el mundo así,
como tú y como yo, pero muchos no recuerdan de donde vienen esos poderes o no
lo saben, tú si lo sabes, pero a lo largo del camino has olvidado ciertas
cosas, mi trabajo contigo es hacerte recordar todo lo que olvidaste ¿me
explico?- dijo Angélica –Ok déjame ver si entendí- respondió Edward Edward –tú
has venido aquí con el objetivo de hacerme recordar lo que olvidé porque es
necesario que lo recuerde.- -Exacto.- respondió Angélica, Mientras hablaban
llegó el mesero con ambos café y se los entregó –gracias.- dijeron ambos; Luego
la plática continuó –¿Quién te envió?- Preguntó Edward –nadie.- respondió
Angélica mientras giraba la cuchara en la taza de café –hago esto porque
quiero.- continuó –Y ¿quién era aquél niño?- dijo Edward, a lo que Angélica se
limitó a responder –Pronto lo vas a saber.
Ambos terminaron y
salieron del establecimiento – ¿dónde estamos ahora?- preguntó Edward, Angélica
evadió la pregunta y preguntó – ¿hace cuánto no recuerdas nada? o mejor dicho
¿Desde cuándo no recuerdas nada? –no lo sé.-respondió Edward.
Ambos se dirigieron hacia
un solitario callejón – ¿qué hacemos en este lugar?- preguntó Edward –Espera.-
respondió Angélica –Mira.- dijo mientras señalaba, era el mismo niño de antes –
¿Qué de nuevo él?- preguntó Edward – ¿Por qué es tan importante? –
-Tú sí que eres tonto,
¿cómo puedes aún no saberlo? Eres tú.- dijo Angélica –es tu pasado vine a
mostrarte todo lo que olvidaste, tienes una decisión que tomar.-
- ¿Yo? ¿Por qué?- replicó
Edward –Estaba muy bien.-
-No, sólo has estado
viviendo engañado, tienes derecho a saberlo todo.
-¿Pero que es todo?
-Lo sabrás a su tiempo.
-Me pregunto a que se
refería Angélica cuando me dijo que pronto lo sabría.- pensaba Edward mientras tomaba una ducha, el
agua caliente caía sobre él, mientras recordaba todo lo que había visto aquel
día, Angélica le había mandado otra vez a su época y le dijo que se volverían a
ver, Edward terminó de bañarse y salió del baño con sólo una toalla como ropa,
ya que estaba sólo, no habría nadie que le dijera algo.
Se dirigía a su
habitación cuando el teléfono sonó, Edward corrió a responder
-¿Hola?- preguntó
Edward
- Hola Edward ¿cómo has estado?- preguntó desde el teléfono
una voz que Edward hacía mucho no escuchaba.
-¿Qué quieres? –preguntó
Edward
-¿Qué forma es esa de
tratar a tu madre.- respondió la voz desde el teléfono
Entonces Edward colgó y
por alguna razón su pulso se había acelerado, pero no prestó mucha atención y
siguió con lo suyo.
Edward salió ya que tenía
que ir a hacer las compras de la semana, salió y en el camino se encontró con
Angélica
–Valla sorpresa.- dijo
–Y ahora ¿Qué quieres?-
respondió Edward
-¿Qué forma es esa de
tratar a una dama? –replicó Angélica.
-Disculpa, esta mañana
recibí una llamada –habló Edward mientras veía al suelo y caminaba.
-¿Si? ¿Quién era?
–preguntó Angélica despreocupada.
-Era mi madre, tenía
mucho que no la escuchaba. –respondió
-¿Enserio? ¿Qué quería?
-No sé, le colgué antes
que dijera algo.
-Ya veo. –dijo Angélica.
Todo quedó en silencio
luego de esto
Angélica acompañó a
Edward durante las compras, le ayudó a elegir los tomates, cebollines verdes,
pimientos, carne; cuando iban de regreso a casa Hablaban de tantas cosas,
pasaron por la escuela (que estaba cerrada porque era sábado)
Cuando se acercaban a la
casa Angélica le preguntó a Edward
-¿Estás solo en casa
verdad?
-Eh…-balbuceó Edward.-
sí, estoy solo.- continuó diciendo
-Bueno, pues no más.- se
atrevió a decir Angélica sin escrúpulos para luego continuar diciendo – ¡Me
quedaré contigo desde ahora!
-¡¿Qué?! ¿Cuándo decidimos eso?
-Justo ahora.
-Eres insoportable.
-lo sé, ¡gracias!- Dijo
Angélica al final mientras reía
Entraron a la casa y
pusieron las cosas en la mesa de la cocina
-Como soy tu invitada hoy
yo cocinaré
-No te invité, lo
decidiste tu sola
-Es lo mismo, Además
tengo muchas cosas que hablar contigo,
pásame esa olla -mientras
señalaba hacia la alacena-
-y ¿qué es eso que
quieres hablar conmigo? –Preguntó Edward intrigado mientras le buscaba la olla
para dársela a Angélica.-
-¿Recuerdas el sueño en
el que logras distinguir a tus padres pero hay alguien más que no sabes quién
es? Vamos está ahí un poco más a la izquierda (refiriéndose a la olla que
Edward no encontraba)
-Si, lo recuerdo ¿cómo
sabes sobre ese sueño? No se lo he contado a nadie. Aquí está, encontré la
olla, ten –le dio la olla a Angélica-
-Sé tantas cosas de ti.-
Respondió Angélica y tomó la olla, le echó agua y las verduras que ya había
cortado en trocitos antes y la puso al fuego
El aire tenía un aroma
delicioso gracias al estofado que Angélica cocinaba y que por fin ya estaba
listo, Angélica le sirvió a Edward y luego se sentó frente a él
-Y que tal ¿te gusta? –
preguntó Angélica
-Si por supuesto.-
respondió Edward con la boca llena
-Oye, no seas mal educado.-
dijo Angélica
-Disculpa.- respondió
Edward ya más calmado
-Cambiando de tema.-
continuó Edward mientras se limpiaba la boca con una servilleta – ¿cuánto tiempo
vas a quedarte? –preguntó
A lo que Angélica
respondió –Mmmm no lo sé, por tiempo indefinido.-
-¿Qué?- dijo Edward
Mientras Angélica vivía con
Edward le mostró muchas cosas a Edward acerca de su pasado, Angélica era
hermana de él, era la chica que veía en su sueño.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario